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  • AB García

¿Que es Hi-Res audio?

Actualizado: 30 mar 2020


Con la aparición en el mercado del audio digital comprimido en formatos como el MP3 (que parece estar en el otoño de su vida) fuimos testigos del cambio de era de la grabación, reproducción, almacenamiento, distribución y comercialización de la música, fue, por decir lo menos, una revolución.

Pero no pasó mucho tiempo para que el “boom” del almacenamiento masivo de música en dispositivos cada vez mas pequeños y avanzados empezara a apagarse.

Fue cuando nuestras bibliotecas musicales comenzaron a ser de un tamaño tal que ya ni recordábamos que canciones contenían (ni cuantas eran) y nuestras listas de reproducción tenían temas repetidos y llevaban títulos como “para mover la cabeza" que empezamos a darnos cuenta que habíamos sacrificado algo en pos de la cantidad… la calidad.

Si bien al principio dicha calidad de los archivos era mucho peor y no pudo sino mejorar con el tiempo, algunos empezamos a extrañar el sonido puro y cristalino lleno de detalles de el disco compacto y mas tarde, otros menos, el sonido análogo y preciso de los discos de vinilo.

Pero de pronto nos encontraríamos entre la espada y la pared.

Las bondades de la nueva tecnología ofrecían:

-Tener todas las canciones que quisieras en un solo dispositivo portátil.

-Comprar solo el tema que te gustaba y no el álbum completo.

-Crear tus propias listas de reproducción sin limite de canciones.

-Compartirlas con quien quisieras sin tener siquiera que regrabarlas.

-Conocer más y más música de otros lugares del mundo.

-Olvidarte de los discos rayados, robados o perdidos.

-Despedirte para siempre de la engorrosa carpeta donde guardabas tus discos favoritos para llevarlos a todas partes.

-Dejar atrás y para siempre los “saltos” en la reproducción mientras corrías por las mañanas o conducías el auto.

Y mas adelante, al aparecer las compañías colocadoras, como Spotify, Apple Music, Amazon Music, Pandora, etc. obtener los mismos beneficios pero ahora con el extra de no tener que buscar, comprar y almacenar la música y además tener un catalogo de millones de canciones para escoger.

¿Quien en su sano juicio estaba dispuesto a prescindir de estas enormes ventajas en un sistema que ofrecía esto a cambio de una perdida que algunos catalogaron como “inaudible” solo por volver a la nostalgia del sonido con un amplio rango dinámico y exquisita definición?

Afortunadamente, muchos.

De repente, un giro de la tecnología (nuevamente) nos pondría en esta encrucijada.

Si bien, la música comprimida nació de la falta de capacidad de almacenamiento, al incrementarse exponencialmente la misma en los nuevos dispositivos, esto ya no parecía una ventaja tan grande, y nuevamente empezamos a necesitar más calidad y ahora la podíamos tener.

Pero ya son nuevos tiempos, no podríamos conformarnos con la calidad del disco compacto, somos personas del nuevo milenio.

Entonces surge una tendencia… Hi-res Audio.

El audio de alta resolución o (Hi-res Audio) generalmente se usa para referirse a archivos de música que tienen una frecuencia de muestreo y/o una profundidad de bits más altas que la del audio digital de disco compacto , que se especifica a 16 bits / 44.1 kHz.

La Asociación de Industrias de Grabación de América (RIAA), en colaboración con la Asociación de Electrónicos de Consumo , DEG: The Digital Entertainment Group, y la Academia de Grabación de Productores e Ingenieros de Wing, formuló la siguiente definición de audio de alta resolución en 2014: "capacidad de audio sin pérdida Reproducción de todo el espectro de sonido de grabaciones que se han masterizado a partir de fuentes de música mejor que la calidad de CD (48 kHz / 20 bits o superior) que representan lo que los artistas, productores e ingenieros pretendían originalmente.

Esto incluye audio codificado por modulación de código de pulso (PCM) con velocidades de muestreo superiores a 44.100 Hz y con profundidades de bit mayor que 16, o sus equivalentes utilizando otras técnicas de codificación como la modulación de densidad de pulso (PDM).

Los formatos de archivo capaces de almacenar audio de alta resolución incluyen FLAC , ALAC , WAV , AIFF y DSD (el formato utilizado por los discos compactos de super audio (SACD)).

Bueno, podríamos escribir un libro sobre todos estos términos, así que nos daremos a la tarea de tratar de explicarlo de la manera mas sencilla posible con puntitos y cuadritos.

Imaginemos que nuestra onda de sonido original (análoga), es decir, la musica grabada directamente del instrumento, es una linda y suave linea roja que ondula a determinados ciclos por segundo (Hz),

Al grabarse en discos de vinilo, la aguja hacia un surco que “copiaba” esta onda en el disco, que a su vez era reproducida de nuevo en casa por la aguja de la tornamesa,

cuyo movimiento análogo se convertía en una señal eléctrica a través de un imán y unas bobinas que posteriormente era amplificada y entregada a nosotros como música a través de las bocinas

En la era digital la musica tenia que ser recibida por el computador como la onda roja análoga y posteriormente, a través de un convertidor analógico digital (ADC), transformarla en algo que el computador “entienda” y como los procesadores solo entienden de sistemas binarios (1/0) en este caso convertir la musica en unos y ceros.

Los unos y ceros están representados por los puntitos.

Bien, ahora imaginemos que los puntitos están en unas cajitas que llamaremos bits, de manera que mientras mas bits (resolución) tengamos en las muestras por unidad de tiempo que se toman de la señal continua (frecuencia de muestreo) medida en ciclos por segundo (Hz),

mayor será la exactitud con la que el convertidor digital analógico (DAC) podrá volver a construir la onda roja análoga para posteriormente amplificarla y entregárnosla como música.

Ahora para que cualquier reproductor pueda reproducir la misma música en cualquier lugar se necesita que la señal se pueda codificar y descodificar en un mismo formato de archivo, y a esto se le llama códec.

Un códec de audio es un códec que incluye un conjunto de algoritmos que permiten codificar y decodificar los datos auditivos, lo cual significa reducir la cantidad de bits que ocupa el archivo de audio. Sirve para comprimir señales o archivos de audio con un flujo de datos (stream) con el objetivo de que ocupan el menor espacio posible, consiguiendo una buena calidad final, y descomprimiéndolos para reproducirlos o manipularlos en un formato más apropiado.

Los códecs de audio se caracterizan por los siguientes parámetros:

  • Número de canales: depende del número de señales de audio simultáneos que contiene el flujo de datos. Puede ser mono (1 canal), estéreo (2 canales) o multicanal como 5.1 (seis canales) o 7.1 (ocho canales).

  • Frecuencia de muestreo: determina la calidad percibida, por lo tanto cuanto más alto sea mayor será la fidelidad del sonido obtenido respecto al original. Puesto que el sistema auditivo humano no es capaz de percibir frecuencias superiores a 20kHz y que la frecuencia de muestreo debe cumplir el criterio de Nyquist, para obtener calidad CD nunca se utiliza frecuencias de muestreo superiores a 44.1kHz, puesto que no suponen ninguna ganancia de calidad.

  • Número de bits por muestra. Determina la precisión con la que se reproduce la señal original y el rango dinámico de la misma. Se suelen utilizar 8 (para un rango dinámico de hasta 45 dB), 16 (para un rango dinámico de hasta 90 dB como el formato CD) o 24 bits por muestra (para 109 a 120 dB de rango dinámico). El más común es 16 bits.

  • Tipo de compresión: distingue entre compresión con pérdidas (lossy) y sin pérdidas (lossless).

Y tu dirás AB ¿que quiere decir todo esto?

En pocas palabras el códec le dice al reproductor si nuestra música viene en estéreo o en sonido envolvente y descomprime el archivo de acuerdo con la calidad de resolución con que fue comprimido (tasa de bits y frecuencia de muestreo) y si ésta tiene pérdidas ya que no todos los reproductores actuales pueden leer códecs sin pérdidas.

Bueno… pues parece que ya todo esta resuelto, por un lado tenemos todas las ventajas del audio comprimido y por el otro todas las ventajas de la musica de alta resolución.

Peeeero… como no hay nada en la vida que valga la pena y que sea fácil, tan pronto aparecieron los formatos de música en alta resolución empezó la polémica.

La razón principal por la que la música no suena igual en un archivo comprimido con pérdidas que en uno sin perdidas es el rango dinámico.

El rango dinámico es el rango entre los sonidos mas suaves y los mas fuertes que un sistema puede reproducir.

No se refiere a la cantidad de volumen que el sonido puede alcanzar, sino a la relación o “distancia” que hay entre los sonidos mas tenues de una pieza y los más fuertes.

En la música clásica hay momentos en que los sonidos son muy suaves y otros en los que son muy fuertes, en la música de rock casi siempre son fuertes, por lo tanto el rango dinámico en una pieza clásica es mayor que en la musica de rock.

Cuando un archivo tiene poco rango dinámico a la musica se le escucha como que le falta mas espacio, mas detalle, como que no suena natural, es decir, pareciera que todos los sonidos están “apretados".

En un archivo MP3 es común escuchar sobre todo en la parte de medios y agudos que le falta rango dinámico a mayor cantidad de información en el archivo (sin perdidas) mayor rango dinámico.

Entonces un disco compacto con 16 bit de resolución y 44.1 KHz de frecuencia de muestreo tiene un excelente rango dinámico, la música suena natural y con espacio, cada instrumento y sonido tiene su propio lugar en el escenario dentro de nuestra cabeza.

Rango dinámico aproximado y anchos de banda de algunos formatos de audio de alta resolución

Es aqui donde comienza la polémica.

Mucha gente asegura “NO” escuchar la diferencia entre un archivo con la resolución de un CD (16bit/44.1KHz) y un archivo Hi- Res (24bit/192KHz).

La Universidad Queen Mary de Londres (QMUL) realizó un estudio que comparó datos de más de 12,000 ensayos en 18 encuestas en las que se pidió a las personas que compararan diferentes archivos de música. Descubrió que pueden escuchar la diferencia entre el audio de alta resolución y los archivos con calidad de CD, pero que es posible que se necesite un poco de "entrenamiento", que presumiblemente señala aspectos de la música para escuchar.

"Nuestro estudio encuentra que el audio de alta resolución tiene una ventaja pequeña pero importante en su calidad de reproducción sobre el contenido de audio estándar", dijo el Dr. Joshua Reiss de QMUL. El ensayo encontró que con el 'entrenamiento', los sujetos podían "distinguir entre los formatos de audio alrededor del sesenta por ciento del tiempo". Esto fue aparentemente un aumento "dramático" en el porcentaje que podría diferenciar antes del entrenamiento.

El Dr. Reiss dijo: "Nuestro estudio es el primer intento de analizar de forma exhaustiva e imparcial si se puede escuchar el audio de alta resolución. Recopilamos 80 publicaciones y analizamos toda la información disponible, incluso solicitando a los autores de estudios anteriores sus informes originales. Sometimos los datos a muchas formas de análisis. El efecto fue claro y hubo algunos indicadores sobre qué condiciones lo demuestran con mayor eficacia. Esperemos que ahora podamos avanzar hacia la identificación de cómo y por qué percibimos estas diferencias. ”

El estudio concluye algo muy parecido a mi experiencia personal, sí es posible encontrar diferencias entre el sonido de un CD y el sonido de un archivo con calidad superior aunque para ello la mayoría de las veces es necesario escuchar ambos al mismo tiempo y algunas personas necesitaran incluso un poco de guía para distinguirlo, algo que el oido entrenado de músicos, productores, audiófilos y melómanos puede lograr sin grandes dificultades y sin dicho entrenamiento previo.

Y ¿cuál es la diferencia? preguntarán ustedes.

Bueno pues la principal diferencia es la capacidad de escuchar mayores detalles en la grabación como la distancia y posición de los instrumentos en el escenario imaginario, el rango dinámico de la composición en general y una mucho mejor definición en los transientes, incluso a veces se notan detalles como errores de los músicos o sonidos registrados por accidente durante la grabación.

Para aquellos que tienen la afición de sentarse cómodamente en su sillón preferido a escuchar música esto puede representar una gran diferencia que vale la pena disfrutar.

Desde luego la gente más joven que no ha crecido escuchando formatos de alta resolución puede encontrar esto novedoso, mientras que para los mas adentrados en años es como el regreso a la normalidad.

Pero la polémica no se detiene aquí.

El otro tema que se discute es el que se refiere a la propaganda comercial de algunas marcas o productos que enfatizan el tener una “tecnología” para la reproducción de archivos en formatos de alta resolución.

Como dijimos antes, no todos los transportadores son capaces de reproducir archivos en formatos de alta resolución, aunque cada vez son menos, pero esto no quiere decir necesariamente que se trate de una tecnología desconocida o más avanzada que, por si misma, haga la diferencia en la escucha de los archivos musicales, es decir, lo único que sucede es que el reproductor es capaz de reproducir los códecs de estos archivos.

De manera que muchos dispositivos, como algunos teléfonos celulares, son capaces de reproducir estos archivos (FLAC , ALAC) y muchos usuarios no lo saben, mientras que otras marcas aprovechan esto para colocar una etiqueta que dice que el dispositivo está “listo para Hi-Res audio”, como tratando de hacer parecer que este artículo debe ser mas caro pues tiene una tecnología que otros no.

En realidad la mayoría de los computadores personales (por no decir todos) pueden reproducir los códecs de alta resolución sin problemas y muchos dispositivos portátiles también ya que hay disponible mucho software que puede descodificar éstos.

El asunto empeora cuando vemos esta tendencia mercantil en productos de consumo como amplificadores, audífonos o altavoces.

Una vez que el archivo es descodificado y convertido a una señal análoga realmente es como cualquier otro sonido para ellos. Es decir si el amplificador, los audífonos o los altavoces son de baja calidad, no importa que tengan la etiqueta, la música sonara mal, caso contrario, si un amplificador, audífonos o altavoces no tienen la etiqueta pero son de buena calidad, el sonido será magnífico.

Esto es porque ellos están trabajando con la señal análoga ya descodificada, es decir, ya reconstruida en todas sus partes, por ello la calidad de la música no depende más del códec sino de la calidad misma del parlante y la cadena de audio.

Caso aparte son los convertidores digital-analógico que se venden por separado para mejorar la decodificación de dichos archivos, en este caso lo que ofrecen es un DAC (convertidor analógico-

digital) de mejor manufactura y que debe realizar una descodificación mas precisa y de mayor calidad que el que viene incluido en nuestro dispositivo (smart phone o PC). Puedes comprar uno y conectarlo por USB a tu teléfono o computadora y mejorar tu cadena de audio.

Otro caso aparte son los audífonos y bocinas con tecnología bluetooth, ya que requieren el uso de sus propios códecs de transmisión de datos como LDAC de Sony o los Qualcomm aptX , aptX LL y aptX HD, pero esa es otra historia que contaremos en otro momento.

En resumen, en Sonidistas estamos muy contentos con la actual tendencia hacia la alta resolución de la música, creo que ese pequeño pasito atrás que habíamos dado lo estamos recuperando y que otras personas se están interesando más cada vez por el audio de alta calidad, (terreno antes dominado por el video), sin embargo y, visto lo visto, no nos gusta que el público en general sea bombardeado con ciertas publicidades en pos de aumentar las ventas y en detrimento de la educación de los oyentes, (como sucede también con los dichosos watts P.M.P.O.) y que existan productos que usen la etiqueta de Hi-res Audio haciendo creer al consumidor que por llevarla tiene una manufactura especial o una tecnología nueva y superior a la ya existente cuando son los mismos audífonos o bocinas que pueden ser buenos o malos pero que con la etiqueta solo reclaman poder reproducir formatos que ya se podían reproducir anteriormente.

Ahora que tal vez sabes un poco mas sobre el tema:

¿Que opinas tú respecto al Hi-Res Audio?

¿Crees que valga la pena?

¿Crees que es algo innecesario?

Nos vemos en otra ocasión y que tengas…

¡Buen Sonido!

AB García

Webmaster de Sonidistas

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